sábado, 9 de julio de 2011

Uruguay 1 - 1 Chile, Copa América Grupo C

La selección chilena se quedó a las puertas de la segunda fase de la Copa América tras empatar 1-1 con Uruguay que deberá sufrir hasta la última jornada del Grupo C para conocer su futuro.

Uruguay comenzó mejor el partido llevando peligro al área rival frente a una nerviosa defensa chilena. Luis Suárez estrelló un mano a mano al larguero. Para mí la jugada requería una definición más sutil, pero el delantero del Liverpool optó por la potencia. El pase fue de Cavani, que no hizo mucho más y se quedó en los vestuarios en el descanso.

El partido se fue al descanso tras una ocasión en la que Chile envió un balón al larguero. Fue una jugada extraña, la defensa Uruguaya despejó, el balón rebotó en Isla y dibujo una parábola perfecta. El larguero salvó a Muslera y evitó el gol más extraño del torneo.

LA situación cambió en la segunda parte. Chile se hizo con el mando, pero Uruguay golpeó primero. Luis Suárez aprovechó un rechace, se fue de Isla y desde la izquierda centró raso para que Álvaro Pereira anotara el primer gol del partido.

El partido necesitaba un futbolista que pusiera pausa y juego. Uruguay no lo tiene y Chile lo tenía en el banquillo. Borghi miró hacia él y allí encontró a Valdivia. En uno de sus primeros balones, metió un magnífico pase a Beausejour. El extremo, de lo mejor de Chile mientras permaneció en el terreno de juego, encontró a Alexis Sánchez que definió de soberano punterazo con un defensa delante.

De ahí en adelante sólo hubo un equipo sobre el césped. Chile buscó la victoria de la mano de Valdivia, que dio un recital. Cuando un buen centrocampista se pone a jugar da gusto. Con el juego de Valdivia se enchufó también Alexis Sánchez, que cobró vida. El '10' chileno asistió a Jiménez, que se encontró en su cabezazo con Muslera. El meta uruguayo sacó también un disparo potente de Isla.

Los uruguayos se cerraron en defensa reforzando el centro del campo para mantener un empate sufrido. Chile no pudo completar la remontada, pero dejó un buen sabor de boca. En una Copa América aburrida, nos está ofreciendo los mejores ratos.

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