Podría parecer un resultado sorprendente tras el empate cosechado por Bolivia en la primera jornada ante Argentina. Para mí la explicación es la siguiente:
Hay dos tipos de equipos, los de acción y los de reacción. Los de acción son aquellos que llevan el peso del partido, los que llevan la iniciativa, los que juegan, mientras que los de reacción son los que salen a esperar, y hacer las cosas según lo que haga el rival.
En el primer partido Bolivia fue equipo de reacción y le salió bien, en el segundo encuentro fue equipo de acción y ahí se vieron los problemas.
Por otra parte Costa Rica llegaba a esta Copa América con un equipo de jugadores sub-22 que viven del fútbol como pueden en la liga nacional.
Centrándonos en el partido, Bolivia salió a intimidar a los jóvenes ticos siendo fuertes atrás y golpeando a su rival por las bandas. El mejor de los bolivianos, Arce, desbordaba por ambas bandas, pero ni Rojas ni Moreno consiguieron ver puerta.
Costa Rica jugaba al pelotazo... pero eso le bastaba para hacer daño con Joel Campbell, un delantero rápido, espigado y con una gran habilidad en el uno contra uno. Cada vez que tomaba contacto con el esférico la defensa boliviana se tambaleaba.
Con más ocasiones por parte de Bolivia, pero menos claras, se llego al descanso.
La segunda parte se puede resumir en dos palabras: Joel Campbell. Bolivia intentó cerrar a Costa Rica, pero no tuvo suerte.
El primer gol llegó gracias a una jugada de Campbell. Cogió el balón en la banda izquierda, superó a dos contrarios y realizó un excelente pase que dejo solos a Guevara y Martínez. Arias detuvo el disparo del primero, pero Martínez aprovechó el rechace para adelantar a Costa Rica en el marcador.
Bolivia intentó dar la vuelta al marcador sumando más hombres al ataque, pero su defensa no podía cortar el juego de Campbell. Hacía lo que quería cuando quería, que si una bicicleta, un tacón, un eslalón y otro magnífico pase que sus compañeros no supieron aprovechar.
Minutos después, con una Bolivia totalmente desesperada, Rivero es expulsado por evitar un gol de Mora con la mano. Guevara tira el penalti, para Arias. El rechace vuelve a caer a los pies del tico y Arias vuelve a parar el balón. Pero la alegría no iba a durar mucho. Campbell, en su mejor noche, dejó atrás a dos adversarios y fue derribado y golpeado en el suelo por Flores, lo que supuso la segunda expulsión para Bolivia en 5 minutos. El propio Campbell fue el encargado de lanzar la falta, pero la madera se interpuso entre él y el gol.
Todo el mundo esperaba el gol de Campbell. Sólo hubo que esperar 3 minutos, realiza un control orientado con el exterior, dribla a Raldés y define muy bien ante Arias.
El partido terminó con un resultado que hace soñar a Costa Rica.
Bolivia no ha sabido poner en su sitio a un equipo de jóvenes con mucho descaro. El que más, Joel Campbell. Recuerden ese nombre. 19 añitos.
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