Brasil no juega bonito, juega a la ruleta rusa. Ante Paraguay no quedó moribunda porque Fred salió al rescate en los últimos compases del encuentro. Hasta ese momento los de Menezes jugaron un partido insípido donde solo emergió la figura de Ganso, director de una orquesta que desafinó otra vez. Pato desaparecido, Neymar se canso de correr pero no abarcó nada y Alves cometió un grave error en el segundo gol paraguayo.
Los guaraníes no quieren adornos para llegar a la meta rival y su solidaridad y fuerza predomina por encima de todo. Con eso, los de 'Tata' Martino consiguieron poner contra las cuerdas a Brasil gracias a la remontada llevada a cabo por Roque Santa Cruz y Valdez.
Tras el fiasco del primer encuentro, se esperaba una mejoría en Brasil. Menezes sacrificó a Robinho y metió a Jadson. Aunque el jugador del Shakhtar marcó el primer tanto, su aportación no mejoró a Brasil. La 'canarinha' sigue con una circulación de balón demasiado lenta y muy previsible.
A esto hay que sumar la actitud de Paraguay. Salieron a morder, a jugarle de tú a tú a Brasil. Tan valientes que incluso se pudieron adelantar nada más empezar el partido. Santa Cruz falló lo imposible ante Julio César.
Minutos después Alves frenó con el brazo un centro dentro del área. No lo vio el árbitro, pero era un penalti claro.
Paraguay cometió un error cayendo poco a poco en la relajación y eso lo aprovecharon los brasileños para adelantarse. Ramires, que no encuentra su sitio en el campo, se llevó un balón y se lo cedió a Ganso. El '10' amarillo, el mejor de su equipo, cedió en corto para Jadson y éste sorprendió con un disparo raso desde la frontal.
En la reanudación Paraguay recuperó la actitud de comienzos del partido, mientras Brasil se quedó a verlas venir. Santa Cruz aprovechó un error general de toda la defensa para convertir en gol un centro desde la izquierda.
Minutos después Neymar pudo llevar el 2 - 1 al marcador, pero no supo que hacer en un mano a mano ante Justo Villar. Y esto es lo que tiene el fútbol, justo en la siguiente jugada, Valdez marcó el 1 - 2 tras un rebote, pero nada de eso hubiera ocurrido si a Dani Alves no le hubiera dado por jugar un balón dentro del área cuando podía despejar.
Era el momento de los grandes jugadores, del talento que rebosa en la selección de Brasil. Buena oportunidad para Neymar por ejemplo. Pero no apareció. Es más fue sustituido a falta de diez minutos por Fred. En el campo quedó Ganso, sin duda el mejor brasileño sobre el terreno de juego. Él solo se inventó un pase en los minutos finales para que Fred, de espaldas, se apuntara un gol que no lavará la imagen de una selección que se ha empeñado en jugar a la ruleta rusa en la Copa América.
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